Cuando trabajas con compuestos peligrosos como los citotóxicos, no basta con proteger al producto: es esencial proteger también al personal y al entorno. Pero ¿qué hace exactamente una cabina para citotóxicos diferente de otros tipos de cabinas de seguridad?
¿Qué es una cabina para citotóxicos?
Una cabina para citotóxicos es una variante especializada de las cabinas de seguridad biológica Clase II, adaptada para la manipulación de agentes peligrosos de tipo citostático o antineoplásico, es decir, medicamentos con potencial mutagénico o carcinogénico.
Su diseño responde a la necesidad de contención adicional, más allá de la que proporciona una cabina Clase II convencional. Por eso, integra elementos clave como doble sistema de filtración HEPA, estructura hermética, superficies resistentes y control estricto del flujo de aire.
¿Por qué no basta con una cabina Clase II estándar?
Una confusión habitual en entornos hospitalarios o laboratorios mixtos es pensar que todas las cabinas Clase II ofrecen el mismo nivel de protección. Pero no es así.
Las cabinas estándar están diseñadas, principalmente, para proteger frente a riesgos biológicos. Funcionan muy bien con cultivos celulares, muestras clínicas o agentes infecciosos. Pero cuando lo que manipulas son compuestos químicos peligrosos en forma de partículas, necesitas otro nivel de contención.
Ahí es donde entra la cabina para citotóxicos. Su función no es solo proteger al producto, sino evitar que microgotas o partículas con principios activos peligrosos escapen al ambiente. Incluso una mínima fuga puede suponer un riesgo de exposición acumulativa para el personal.
Un entorno controlado de verdad
Las mejores cabinas para citotóxicos combinan tres elementos clave:
- Un sistema de filtración que capta el 100% del aire contaminado.
- Un flujo laminar constante que evita turbulencias.
- Un diseño interno que permite limpieza real y segura tras cada preparación.
Esto no es un añadido técnico. Es lo que hace posible que, día tras día, las personas que trabajan con estos compuestos lo hagan sin riesgo.
Y no hablamos solo de hospitales. En investigación oncológica, laboratorios farmacéuticos o biotecnológicos, el trabajo con citotóxicos forma parte de procesos clave. Por eso, cada vez más centros apuestan por modelos como la TCS CYTO de Noxair, que integran tecnología de filtración avanzada y sistemas de control inteligentes para garantizar condiciones constantes.
¿Cuándo se necesita una cabina para citotóxicos?
- Preparación y reconstitución de quimioterápicos antineoplásicos.
- Manipulación de compuestos CMR (carcinógenos, mutágenos, reprotóxicos).
- Operaciones que generen aerosoles/partículas de medicamentos peligrosos.
Si, además, tu laboratorio trabaja con cultivo celular, microbiología o virología, puedes combinar soluciones: una cabina específica para citotóxicos para las preparaciones de fármacos y cabinas de seguridad biológicas para los flujos de trabajo microbiológicos.
¿Qué normativa regula su uso?
En Europa, estas cabinas deben cumplir la norma EN 12469, y en muchos casos también se requiere conformidad con la DIN 12980 para la manipulación de citostáticos. Además, muchas instituciones exigen certificaciones anuales, pruebas de contención y protocolos específicos de descontaminación.
Una inversión en seguridad y en equipamiento
Hablar de una cabina para citotóxicos no es hablar de un capricho técnico, sino de un elemento esencial en cualquier entorno que manipule medicamentos peligrosos. Su presencia no solo protege a las personas: garantiza la calidad del producto, evita la contaminación cruzada y asegura que el entorno siga siendo seguro con el paso del tiempo.
¿Estás pensando en configurar tu espacio de trabajo? Desde cabinas hasta vitrinas, pasando por ultracongeladores y liofilizadores, en Noxair podemos ayudarte a configurar tu espacio de trabajo según tus procesos, tu normativa y tu volumen operativo.