Las cabinas de flujo laminar vertical son equipos utilizados en entornos de laboratorio para crear un flujo de aire limpio y controlado que se mueve de arriba hacia abajo. Estas cabinas están diseñadas para proteger el material que se está trabajando, al evitar la contaminación por partículas y mantener un ambiente estéril.
Características de una cabina de flujo laminar vertical
Existen dos tipos principales de cabinas de flujo laminar: vertical y horizontal. La principal diferencia radica en la dirección del flujo de aire. En la primera, el aire se mueve de arriba hacia abajo, mientras que en una horizontal, el flujo de aire se dirige de la parte trasera a la parte frontal.
En el caso de la cabina de flujo laminar vertical, cuando el flujo de aire desciende verticalmente desde la parte superior hacia el área de trabajo crea una barrera protectora entre el usuario y el material manipulado. De esta forma se evita que las partículas generadas por el usuario contaminen los objetos o muestras.

Beneficios del flujo laminar vertical
Las cabinas de flujo laminar vertical se convierten en una herramienta indispensable. Estos equipos ofrecen una serie de beneficios que contribuyen a la calidad de los resultados obtenidos. Sus ventajas principales son:
Ambiente estéril
Un beneficio significativo de las cabinas de flujo laminar vertical es su capacidad para proporcionar un ambiente estéril. Estas cabinas están equipadas con filtros HEPA altamente eficientes que retienen partículas diminutas, como polvo, bacterias y virus. Esto asegura que el aire suministrado al área de trabajo esté libre de contaminantes y garantiza la integridad de las muestras, cultivos celulares o preparaciones médicas estériles. El resultado es una mayor precisión y confiabilidad en los resultados obtenidos en los experimentos.
Prevención de la contaminación cruzada
La disposición de flujo de aire unidireccional en las cabinas de flujo laminar vertical juega un papel crucial en la prevención de la contaminación cruzada. Al dirigir el flujo de aire desde la parte superior hacia abajo, las partículas generadas en el área de trabajo son alejadas del material manipulado. Esto reduce drásticamente el riesgo de contaminación entre diferentes muestras, cultivos o preparaciones. Como resultado, se preserva la integridad de los experimentos y se evita la interferencia no deseada en los resultados.
Flexibilidad y versatilidad
Las cabinas de flujo laminar vertical también se destacan por su flexibilidad y versatilidad en el laboratorio. Estas cabinas proporcionan un amplio espacio de trabajo vertical, lo que permite manipular objetos de mayor tamaño o realizar tareas que requieren un mayor rango de movimiento. Esta característica resulta especialmente útil en aplicaciones como el cultivo de tejidos, donde se necesitan recipientes o dispositivos más grandes. La versatilidad de estas cabinas las convierte en una inversión valiosa que se adapta a diversas necesidades de laboratorio.
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