Una conservación de muestras biológicas adecuada es esencial para garantizar la estabilidad y fiabilidad de estas en laboratorio. Desde la temperatura hasta el tipo de contenedor, pasando por las condiciones de bioseguridad y transporte, cada decisión influye directamente en la integridad del material y en la calidad de los resultados analíticos.
A continuación, te presentamos una guía práctica y directa con los puntos esenciales para una conservación de muestras biológicas segura y eficiente en laboratorio.
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1. Temperatura de conservación
La temperatura es el factor más crítico. La mayoría de muestras requieren refrigeración o congelación, aunque algunas pueden conservarse a temperatura ambiente durante períodos cortos. En general:
- 15–27 °C (ambiente): plaquetas (hasta 5 días), sangre total (hasta 12 h), muestras liofilizadas o con conservante.
- 2–8 °C (refrigeración): hematíes (hasta 42 días), plasma y suero (hasta 5 días), reactivos de uso frecuente.
- –20 °C (congelación): ácidos nucleicos, plasma (hasta 4 semanas), muestras clínicas a medio plazo.
- –80 °C (ultracongelación): tejidos, células, ARN/ADN a largo plazo, microorganismos.
- –150 °C a –190 °C (criogenización): tejidos y células madre para conservación indefinida.
Para garantizar una temperatura constante y segura en el almacenamiento prolongado, es recomendable utilizar ultracongeladores especializados con control digital, alarmas y registros continuos.
2. Tiempo de conservación
Tan importante como la temperatura es el tiempo que pasa desde la recolección hasta el análisis o procesamiento. Cuanto más inestable es la muestra, menor debe ser el intervalo sin intervención.
- Sangre total: hasta 12 h a temperatura ambiente; hasta 5 días refrigerada.
- ADN: hasta 1 año refrigerado; indefinidamente congelado.
- Tejidos y biopsias: deben congelarse cuanto antes a –80 °C o fijarse en formol.
- Cultivos celulares y virus: idealmente en criopreservación o congelación profunda.
Al fin y al cabo, establecer un sistema de trazabilidad temporal es vital para garantizar la calidad del resultado final.
3. Tipo de envase
El contenedor tiene un impacto directo en la estabilidad y seguridad de la muestra:
- Utiliza viales estériles y herméticos, compatibles con temperaturas extremas.
- Evita el uso de materiales que puedan degradarse con el tiempo o generar condensación.
Etiqueta cada recipiente de forma clara y duradera (idealmente con códigos resistentes al frío o QR).
4. Condiciones de bioseguridad
La manipulación segura es clave para proteger tanto al personal como a las muestras:
- Trabaja en una cabina de seguridad biológica cuando manejes muestras infecciosas, cultivos celulares o material con riesgo biológico.
- Usa siempre guantes, bata y, si hay riesgo de salpicaduras, mascarilla y gafas.
- No almacenes alimentos en refrigeradores o congeladores de laboratorio.
- Desinfecta superficies y equipos después de cada sesión de trabajo.
- Elimina correctamente residuos patógenos en bolsas rojas con símbolo de riesgo biológico.
5. Transporte de muestras biológicas
El transporte es una extensión del proceso de conservación. La muestra debe mantener sus condiciones sin alteración hasta llegar al destino, incluso en trayectos largos o con cambios de temperatura.
- Utiliza recipientes herméticos y materiales irrompibles.
- Emplea cajas isotérmicas con hielo o hielo seco, según el tipo de muestra.
- Usa gradillas en cajas secundarias cerradas, que retengan posibles fugas.
- Etiqueta de forma visible: tipo de muestra, fecha, origen/destino, código identificativo.
- Asegúrate de cumplir con normativas como UN3373 para muestras de diagnóstico.
6. Recomendaciones adicionales
Un protocolo eficaz no termina en la congelación o el transporte. Existen buenas prácticas que, aplicadas con constancia, marcan la diferencia en la calidad del trabajo.
- Evita ciclos de congelación y descongelación.
- Planifica la descongelación de forma controlada, preferiblemente en hielo o refrigerador.
- Registra todas las operaciones: fecha de conservación, condiciones, manipulaciones posteriores.
- Verifica periódicamente los equipos de conservación (temperatura, alarmas, mantenimiento).
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